Skip to content

Una vida en los bosques

Roland Murphy ha pasado su vida en los bosques de Virginia. Su invaluable experiencia, sólida ética de trabajo y pasión por lo que hace enriquecen a sus compañeros y contribuyen a una operación de cosecha forestal exitosa de alta calidad.

— Paul Iarocci

Jerry Rose, su hijo Davis y su hija Stephanie Blythe operan dos empresas de cosecha forestal y una compañía de transporte en Courtland, Virginia. Jerry comenzó con Jerry D. Rose Incorporated en 1983. Davis y Stephanie son contratistas forestales de tercera generación. "Antes de que nuestro padre iniciara la compañía, era capataz en el trabajo de nuestro abuelo, Ben E. Babb Logging", me comenta Stephanie. Los hermanos fundaron una segunda compañía, Southeast Fiber Supply, en 2013. "Iniciamos Southeast Fiber Supply para gestionar las astillas que van a Enviva. Papá también inició una empresa de transporte, Chip Transit Inc., que realiza todo el transporte para nuestras operaciones de cosecha forestal", explica Stephanie.

Actualmente, dos equipos de D. Rose Incorporated abastecen de astillas de pulpa de pino limpias a International Paper en Franklin, Virginia. El tercer equipo, que trabaja en Southeast Fiber Supply, comercializa astillas para combustible con una planta de fabricación de pellets de Enviva, así como con una instalación de Dominion Power. Las principales diferencias entre los equipos de madera para celulosa y el equipo de astillas para combustible son el tipo de sendero y, por supuesto, el tipo de astilla producida.

"El equipo de Southeast Fiber Supply corta senderos más mixtos con madera para celulosa más pequeña", explica Davis. "Tratamos de apuntar a senderos con mucha madera para celulosa, pero a veces manejamos troncos de madera dura". La compañía comercializa la madera aserrada: "Posiblemente sea alrededor del 5 % de nuestra cuota semanal. Cortamos en senderos privados que compramos y cortamos una buena cantidad para los grandes holdings de madera, como Westervelt, John Hancock y Roseburg. Una gran parte del trabajo que realizamos para ellos es de raleo".

Entre las dos compañías, cinco feller bunchers 724G de Tigercat equipados con cabezales acumuladores 5600 trabajan a tiempo completo, con tres máquinas de repuesto disponibles. Las máquinas se compraron a Bullock Brothers Equipment. Generalmente, hay dos feller bunchers empleados para un equipo de raleo y solo una máquina para un trabajo de tala rasa. "Para nosotros, el 724G es perfecto para el raleo", dice Davis. "En muchas de las operaciones de tala rasa, usamos neumáticos de 112 cm (44 pulgadas) porque es lo mejor para nuestras condiciones de terreno. Cuando cambiamos al raleo, colocamos neumáticos de 77 cm (30,5 pulgadas) en esa misma máquina. Hace que la máquina sea más versátil”.

La empresa es meticulosa en el mantenimiento. Un mecánico de tiempo completo recorre los tres equipos recopilando notas de servicio sobre cada máquina. Los Rose suelen conservar sus bunchers de Tigercat y los cambian con un máximo de 13 000 horas.

Jerry, Stephanie y Davis han establecido relaciones fuertes con sus empleados. "Empleamos a 40 personas a tiempo completo de forma generalizada en las tres compañías", dice Stephanie. "Operamos dieciséis de nuestros propios camiones y aproximadamente entre cinco y siete camiones contratados cada día. Estamos produciendo cerca de 275 a 300 cargas por semana. Nuestro récord es de 356 cargas".

Nos invitaron a observar esta operación de cosecha forestal de primera categoría y a conocer a un empleado en particular, un hombre que se destaca de muchas maneras. Roland Murphy, conocido por el nombre de Peter, es un operador de feller buncher.

Lo vive y lo respira

Peter tiene 81 años y ha trabajado en la industria de la cosecha forestal toda su vida. "Peter trabajó para Ben E. Babb Logging en los setenta", dice Stephanie. "En algún momento después de eso, alrededor de 1983, Peter vino a trabajar para nuestro padre en Jerry D. Rose Inc. Desde entonces, ha trabajado con nuestros tres equipos".

Condujo un camión de troncos y operó un astillador, y es un operador de feller buncher muy competente. "Es extraordinario", dice
Stephanie. "A veces, aquí hay un cortador y en ocasiones posiblemente debería haber dos, pero Peter puede hacer el trabajo de dos hombres, cualquier día, con 81 años".

Davis agrega: "Diría que probablemente ha cortado más árboles que cualquier otra persona en el mundo. Lo que quiero decir es que ha estado haciendo esto desde que tenía 15 años. Ha estado trabajando para equipos de cosecha forestal de gran producción toda su vida".

El año pasado, lo obligaron a tomarse un tiempo libre para que se recupere de una cirugía. En su ausencia, la compañía se las arregló con lo que había, pero a Peter se lo extrañó mucho. "Todo el mundo estaba feliz el día que volvió. Muy feliz", comenta Stephanie. Peter, que no quiere faltar ni un solo día al trabajo, también estaba feliz. "No falta nunca", agrega Stephanie. "Lo vive y lo respira".

En cierto modo, su abundante experiencia es difícil de cuantificar. Por ejemplo, sabe cómo deben disponerse los sitios y dónde construir la cancha de acopio. Tiene intuición de cómo cargar un camión con troncos. Stephanie recuerda las veces en que se tenían que trasladar a un nuevo sendero y las condiciones eran bastante húmedas. "Davis y papá traían a Peter al


Si no lo amas, nunca harás un buen trabajo. Sigo trabajando porque amo mi trabajo y a las personas con las que trabajo".


— Roland (Peter) Murphy


sitio y le preguntaban: ‘dinos ahora mismo si va a funcionar o no va a funcionar’ porque Peter lo sabe de inmediato".

De la misma manera, los beneficios que ofrece su experiencia son fáciles de medir. El estilo constante y sin prisa de Peter, y la eficiencia de movimiento que caracteriza su trabajo mantienen alta su producción. Un beneficio agregado es que se siente cómodo en la máquina.

Un día de su vida

El equipo carga la primera camioneta de astillas a las 5:00 a. m. y el astillador generalmente opera once horas por día. Peter también comienza aproximadamente a las 5:00 a. m. y corta hasta que cree que hay suficiente madera en el suelo, normalmente unas siete horas. Luego, estaciona la máquina y se va a su casa.

C.W, Jones es el supervisor del sitio allí. "Él y el resto del equipo cuidan a Peter de la mejor manera", dice Stephanie. "Si se detiene, es como una estación de combustible de servicio completo. Lo que quiero decir es que salen rápidamente y le cargan combustible a la máquina. Realmente lo atienden". Tengo la imagen en mi cabeza de un equipo en una parada en boxes de F1 que trabaja en el bosque. Peter es el conductor. Le permite centrarse en lo que hace mejor: operar la máquina.

"Si se detiene aquí y tiene barro en el parabrisas, estos muchachos saben a lo que deben estar atentos porque lo cuidan. Saben qué es lo que está haciendo cuando está en marcha. Están muy acostumbrados a cuidarlo. Lo respetan", dice Davis.

Se nota fácilmente que C.W. valora muchísimo el tiempo que pasa con Peter y describe el inicio de una mañana típica. "Normalmente, se queda unos quince minutos, hablando," comenta C.W. "Hablamos sobre nuestro día, cuáles son nuestros planes. De vez en cuando, me cuenta algunas historias muy buenas. Hacían mucha tala manual con motosierras, pero cortaban madera más grande. Me dice que muchos de los senderos que hemos cortado, ya los cortó antes. La primera vez que los cortó, era madera virgen. Me comenta que dejaron mucho. Mucho de lo que cortamos ahora es lo que dejaron".

Es sorprendente que Peter haya cortado en los mismos sitios dos y hasta tres veces antes, pero incluso más notable es que recuerde los detalles. "Tenemos un mapa del área de cosecha de madera que le damos al operador y un montón de veces Peter nos dice que no necesita el mapa porque ya cortó allí", dice Stephanie.

Tengo la sensación de que las viejas historias son las que C.W. aprecia más. El relato da pistas e indicios sobre el hombre. "El hecho de crecer en la crisis inculcó una ética de trabajo en Peter que es difícil de replicar en los trabajadores más jóvenes. No tienen esa misma vocación y determinación que vienen con las luchas de su vida. Y que se ve en su ética de trabajo".

Técnica y experiencia

Peter puede cortar. En una buena madera de tala rasa, puede cortar tres cargas y media por hora para un total de 100 cargas por semana. Siempre tiene idea de cuánta madera se encuentra en el suelo en cualquier momento. Sabe exactamente cuándo estacionar la máquina e irse a casa porque calcula que haya suficiente madera para alimentar el astillador durante el resto del día y el comienzo del próximo día. Peter no cuenta las gavillas y no tiene ningún sistema aparente para respaldar la precisión de su estimación. No puede decirme cómo lo hace; simplemente lo sabe.

Peter también operó un feller buncher sobre orugas de Tigercat durante diez años. Dice que el cortador sobre orugas es más fácil de operar porque hay menos desplazamiento y no rebota
tanto. "Son buenas máquinas. También son mucho más fáciles de operar para trabajar en el bosque". Sin embargo, Peter ha refinado sus técnicas operativas durante muchos años. "Si cortas el tocón abajo, no tendrás que pasar sobre él. Los corto lo más bajo que puedo. Te facilita las cosas. No te lanzará ni te hará rebotar. Si no lo haces, te desgastará", explica.

"Otra cosa: tienes que cortar la madera y acomodarla para que no esté en el camino. Porque no puedes desplazarte sobre ella. Tienes que aprender a cortar la madera, retroceder y dejar la madera donde ya cortaste". Peter nunca mira la vista de la cámara trasera cuando realiza tala rasa y casi nunca se da la vuelta para observar. En cambio, mantiene una percepción del espacio. "Cuando retrocedo, sé que no dejé nada detrás mío. En el raleo, la cámara te ayuda mucho, pero en la tala rasa, no le presto atención, ni siquiera miro la cámara. No me quiero perder ningún momento".

Peter dice que no tiene que moverse rápido para alcanzar una gran producción. Lo importante es operar a un ritmo constante. "Vas a una velocidad, y vas a ir a esa velocidad todo el día. Si paras durante quince o veinte minutos, observas lo que no talaste", explica. "Otra cosa, al ir a un paso constante y no tan rápido, no vas a romper nada porque tienes más posibilidades de ver lo que estás haciendo.

Si vas muy rápido, no puedes ver lo que estás haciendo". C.W. lo explica de esta forma. "Me pude meter en un feller buncher justo al lado de él y probablemente pude seguirle el ritmo durante unos dos días y después de eso, me sacó ventaja. Es asombroso". Peter no participa en ninguna de las distracciones diarias que tanto predominan en la sociedad moderna. No revisa su teléfono celular ni navega las redes sociales. Se centra en el presente y está completamente inmerso en él hasta que decide que ya colocó suficiente madera en el suelo para el día. "Incluso ni escucha la radio", dice C.W. "Una vez le pregunté si no quería encender la radio. Me dijo: ‘No escucho la radio. Solo quiero escuchar los árboles caer‘".

Al haber visto un montón de personas que van y vienen en el sector, Peter ofrece este consejo a los trabajadores más jóvenes. "Vendrá alguna persona nueva y comenzará a realizar el mismo trabajo que yo, y se cansará y colapsará porque se desgastará". Peter recalca que el ritmo es la clave. "Si te mueves al ritmo correcto, no te cansará; puedes andar todo el día y no te cansarás. Lo aprendí hace años. No dejes que la máquina te venza porque te vencerá si se lo permites". La pasión es otro elemento fundamental para Peter. "Tienes que desear hacerlo. Si no lo amas, nunca harás un buen trabajo. Sigo trabajando porque amo mi trabajo y a las personas con las que trabajo. Los quiero".

Una vida en los bosques

Peter trabaja en el bosque desde que era un adolescente. Ha visto muchos cambios en el sector durante esos sesenta y cinco años. En sus primeros días en la industria de la cosecha forestal, se utilizaban caballos o mulas y, más adelante, tractores rudimentarios para transportar los troncos completos con copa y ramas a un aserradero en el campo. Cuando empacaban todo y dejaban el sitio, quedaban grandes pilas de aserrín. Comenzó a talar con una sierra transversal para dos hombres y presenció de primera mano los avances técnicos que trajeron las primeras sierras eléctricas para dos hombres, y los avances que crearon las sierras de menor peso que podían operar un solo hombre.

Cuando en el sur de Estados Unidos se comenzó a mecanizar la función de tala en los ochenta y las personas se subieron a feller bunchers sobre ruedas por primera vez, Peter estuvo allí. Dice que probablemente operó cada marca de feller buncher sobre ruedas de caucho que se construyó y reconoce una mejora constante en cuanto al confort y confiabilidad a lo largo de los años. El 724G actual "es la mejor máquina en la que he estado. No hay nada mejor que ella”.

Recalca que el rendimiento y la confiabilidad de la sierra de acumulación 5600 han sido excelentes a lo largo de los años. "No tienes ningún problema con las fisuras y roturas y todo eso. Las he estado operando alrededor de 20 años o más. Nunca se fisuró ninguna; nunca hubo una rotura de brazo ni nada".

Peter se sube a su máquina como un hombre de la mitad de su edad. Se puede centrar en una tarea física y mentalmente difícil día tras día. Aún se encuentra en la cima del juego. Por ahora, Jerry, Davis y Stephanie seguirán el ejemplo del libro de tácticas de Peter y tomarán un día a la vez. "Sabe que esto no va a durar para siempre", dice Stephanie. "Dijo que nos dirá cuando esté listo. Le dije que no se preocupe, cuando sea el momento de que se retire o lo que sea, quiero que nos los diga y sea honesto. Me dijo: ‘No estoy listo’, así que le dije que estaba bien".

Related Content

loader-icon

Feller buncher 724G


Vea cómo el feller buncher sobre ruedas 724G de Tigercat corta madera con la sierra de corte 5702 en Carolina del Norte.


Productos relacionados